jueves, 30 de septiembre de 2010

La escalera de caracol / Robert Siodmak

La escalera de caracol

 TITULO ORIGINAL The Spiral Staircase
AÑO 1945

DURACIÓN 83 min.

DIRECTOR 
Robert SiodmakGUIÓN Mel Dinelli (Novela: Ethel Lina White)
MÚSICA Roy Webb

FOTOGRAFÍA Nicholas Musuraca (B&W)

REPARTO 
Dorothy McGuireGeorge BrentKent SmithEthel BarrymoreRhys WilliamsRhonda FlemingElsa LanchesterSara AllgoodGordon OliverPRODUCTORA RKO


Crítica:
En esta  película se empieza a jugar con las sombras desde el mismísimo comienzo: en los títulos. Aquí se ve a una mujer que corre por una escalera caracol, de quien no conocemos su identidad. De fondo está la lluvia y la oscuridad: dos elementos que no abandonarán a la película en todo su desarrollo.
La oscuridad presente en este film es un elemento crucial para generar el suspenso y hasta a veces el terror que nos provoca. Está muy bien jugada la luz y la sombra por el uso de las velas: el hecho de que no exista luz artificial hace que se pueda manejar mejor el suspenso. Las velas, a diferencia de la luz artificial, nos dejan todo el tiempo a oscuras, viendo solo fragmentos de esa realidad, a su vez fragmentada por la cámara. Y es muy interesante cómo se juega con este elemento durante todo el film: por ejemplo cuando Oates quiere robar una de las botellas de coñac, sopla y tira la vela al piso, manejando ella la luz o en su defecto, la oscuridad que necesita para actuar…es ella misma quien le dice a Helen “En la oscuridad puede pasar cualquier cosa”…

En cada escena de asesinato, las luces se apagan y solo se puede imaginar lo que está sucediendo; de la misma manera, el profesor, antes de intentar matar a Helen…comienza a apagar las velas de a poco, dejando la casa a oscuras.
Del mismo modo, cuando no se tienen velas, lo que ilumina son los rayos de la tormenta que se desarrolla durante toda la película. Son estos mismos relámpagos quienes descubren al asesino entre los árboles de la entrada de la casa de los Warren, pero solo deja ver su sombra, por un instante…nada más.
En cuanto al asesino, resulta ser uno que no imaginamos. En toda la película se intenta engañar al espectador haciéndole creer de todas formas, que el asesino es Steve; pero el director nos está diciendo de alguna manera que él no es quien pensamos: la pista de esto es el ojo que se ve siempre en primer plano…un ojo negro, mientras que los ojos de Steve, son claros.
Al igual que en otras películas del género, está presente el alcohol y la relación amorosa; el primer elemento se encuentra cuando la Sra. Warren cuenta cómo era su marido: fuerte, duro y alcohólico. El segundo elemento se puede ver entre Steven y  Blanche, la cual había mantenido anteriormente un romance con el asesino, y como es de esperar uno de los miembros de la pareja resulta herido: Blanche muere bajo las manos del profesor Warren.
Otro de los elementos que se repite es el hecho de mirarse en el espejo: Helen se mira en dos ocasiones al espejo, una vez al principio donde se ve sin boca y otra vez al final, obligada por el profesor…

Es importante destacar los gestos exagerados (propios del expresionismo alemán) de Helen: cuando el Dr. Parry le cuenta su infancia, su rostro, en Primer Plano se va desfigurando de a poco, hasta deformarse y terminar en llanto; del mismo modo, los gestos “sobreactuados” de todas las escenas de asesinato…
Del mismo modo, es interesante incluir en el análisis la toma final de la madrastra asesinando al profesor Warren: es tomada desde abajo, otorgándole un cierto poder a la señora que empuña el arma, y que de esa manera salva la vida de Helen.
Desde una mirada subjetiva del personaje del profesor, se puede entrever una actitud nazi al decir que todos los que tienen problemas o son “deformes” deben morir…y es lógico relacionarlo, principalmente por el año de lanzamiento de la película: 1945.

Cintia Granata

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